jueves, 4 de diciembre de 2014

El Rey León, el musical

Darse una vuelta por una fiesta de disfraces puede obsequiarnos con algunas imágenes tan divertidas como la que sigue. Y es que, ¿cómo puede uno basar su personaje en un animal sin parecer un peluche gigante?
En El Rey León, el musical, la diseñadora Julie Taymor ideó una manera nueva de vestir a los actores que iban a dar vida a los animales. Y, aunque a veces la concepción del vestuario es demasiado disperso, ello le valió varios importantes premios como los “Tony” o “Molière”.


-Los leones y las leonas-
Para estos animales no se intentó disimular al actor que les daba vida, más bien al contrario: caminan erguidos, no se les tapa la cara ni los brazos y van vestidos con pantalones y otros adornos. El único elemento que realmente nos hace identificarlos como un león o una leona son las máscaras que llevan en la cabeza (muy acertado en el caso de los leones ya que su esplendorosa cabellera de plumachos centra toda la atención); estas máscaras tiene un ingenioso sistema para Mufasa y Skar con el que pueden inclinar la cabeza dejando la máscara delante de la cara del actor.


En cuanto al vestuario se usaron telas estampadas y teñidas a mano con colores muy saturados, claramente inspirados en la estética africana. Para los leones y las leonas, estas telas se usaron a modo de piel (a través de unas camisetas muy ajustadas) y para los pantalones bombachos y las faldas. Todos ellos llevan además una especie de corsé con pedrería de inspiración masai, además de otros complementos de bambú y cuentas africanas.


-Zazú y Timón-
Éstos son claramente actores que manejan marionetas, uno con un toco de pico rojo y otro con un suricata gigante. En el caso de Zazú, el actor lleva un bombín y un traje de dandi excéntrico en una gama de azules y, para Timón, la persona que lo maneja va vestido con una malla verde (un color que contrasta demasiado con el naranja de la marioneta).


Estos dos animales no son los únicos a modo de marionetas dirigidas por actores: prácticamente todos los animales secundarios usan el mismo sistema., consiguiendo una puesta en escena tan espectacular que pone los pelos de punta.

-Pumba y las hienas-
En esta ocasión sí que puede hablarse de peluches enormes que andan a cuatro patas; de hecho Pumba y las hienas son casi los únicos personajes que disimulan al actor que los interpreta. El aspecto más interesante de las hienas es la manera cómo simulan esa posición encorvada que tanto las caracteriza: con una especie de muletas en las manos.


jueves, 13 de noviembre de 2014

Obi Wan Kenobi


Conocido como Ben Kenobi en Tatooine durante su exilio, fue un legendario maestro Jedi que jugó un rol significante en el destino de la Galaxia durante los últimos días de la República Galáctica. Kenobi fue tomado como el Padawan de Qui-Gon Jinn y, en el 32 ABY, se convirtió en el primer Jedi en 1000 años en derrotar y matar a un Lord Sith en combate. La Orden Jedi fue una antigua organización monástica guardiana de la paz y unificada por su creencia y observancia de la Fuerza; esta Orden creció a través de los milenios a pesar de enfrentarse a muchas pruebas y amenazas de los usuarios del lado oscuro de la Fuerza.

Tradicionalmente, los Jedi llevaron ropas que se correspondían a su estilo de vida monástica aunque las variaciones eran comunes, sobretodo después del renacimiento de la Orden después de la Guerra Galáctica. Constaba de una camisa interior de colores claros o blancos, largo hasta medio mulo y cuello y mangas ajustados; sobre ella, una segunda camisa de colores pardos, un poco más corta que la anterior y con cuello y mangas holgadas. Encima, se añadían unas largas estolas cruzadas por debajo de la faja y el cinturón, del cual se colgaba el sable láser, las cápsulas de comida y los recipientes de equipamiento. En cuanto a los pantalones, eran de corte sencillo y holgados y quedaban recogidos dentro de unas botas altas de cuero. Finalmente, los Jedi podían llevar una túnica oscura de mangas muy anchas con una capucha muy grande. 

En el caso de Obi Wan se pueden apreciar las características propias de un vestuario Jedi con un traje de paño de lana en color crema y una túnica holgada de color chocolate. Aunque la ropa de este personaje varía levemente en cada época de su vida, se podría decir que mantiene las formas y la gama de colores que acabamos de describir.

martes, 28 de octubre de 2014

Breve historia de las cotas de malla

La cota de malla no es más que unos miles de anillos metálicos conectados entre sí formando un tejido flexible de metal. Esta armadura ha sido durante casi 2000 años la defensa corporal más utilizada en la batalla, ya sea con anillos entrelazados o alternando con placas, cuero, tejidos o cuernos.
Algunos hallazgos arqueológicos en la Europa sur-oriental permiten atribuir su invención a las tribus celtas de esa zona; una de las piezas mejor conservadas es la cota de malla encontrada en Ciumesti (Rumanía), datada del siglo IV aC. Más adelante, el uso de la cota de malla entre los celtas turcos (gálatas) es atestiguado por Apiano y Tito Livio en la batalla de Magnesia, 190 aC, cuando los celtas apoyaron a Antíoco III contra los romanos dirigidos por el cónsul Lucio Cornelio Escipión; a partir de ese momento fue cuando los romanos adoptaron esta armadura para sus tropas secundarias. Las legiones romanas extendieron su uso por todo el mundo con su famosa lorica hamata que solía estar fabricada con anillos verticales y horizontales de bronce o hierro, además de una protección añadida desde la mitad de la espalda hasta la parte frontal del torso. La lorica hamata coexistió durante un tiempo con la lorica segmentata, la versión de cota de malla con placas, pero fue la malla la principal armadura hasta mediados del siglo XIII.
En el Oriente Medio, en las culturas vikingas del norte, incluso en el Lejano Oriente, la cota de malla siguió usándose ampliamente hasta mediados del siglo XVIII pero, en Europa, las protecciones de placas fueron sustituyendo las cotas de malla. El último uso bélico que se les conoce fue en la Primera Guerra Mundial en la que fueron usadas por tanquistas. Aún hoy en día se usan como protección de guantes y petos para carniceros y también ante ataques de tiburones.

Las funciones simbólicas del vestuario teatral

Como la tragedia, el traje escénico fue una invención en pleno sentido del término. En su creación, los helenos habían utilizado los elementos del traje griego arcaico, la vestimenta de los hierofantes, los sumos sacerdotes de Eleusis y el modo de vestir oriental; y ya en los tiempos de Tepsis y de Esquilo existía una gran diferencia entre el traje de calle y el de teatro.
Efectivamente, el vestuario es el componente más importante de la apariencia externa del actor ya que nos da la primera identificación aproximada del personaje. De hecho, la ropa de nuestra vida social (luto, trabajo, ocio, fiesta...) desempeña una función teatral según los diferentes papeles sociales que debemos desempeñar.
En el escenario las funciones del vestuario son extensas: indica edad y sexo, nacionalidad y creencias; distingue clases y estratos sociales, profesiones y agrupaciones; incluso define situaciones individuales como el estado de ánimo y las emociones. Además, el vestuario también puede indicar el lugar en el que se desarrolla la acción, la época histórica y el carácter del personaje.
Las funciones simbólicas del vestuario teatral han estado condicionadas por la época y por la función concreta del teatro en cada momento. En la tragedia griega tenía la función de diferenciar al héroe del resto de los personajes; en el teatro medieval distinguía a los personajes bíblicos de los personajes comunes; en el teatro burgués del siglo XIX era prioritaria la función social e histórica del vestuario; en las vanguardias del siglo XX se daba predominio a la simbología en relación con el ambiente y el decorado; etc.
El sistema de signos del vestuario se relaciona, además, con la máscara, el peinado, los gestos y el movimiento del actor, pues los puede condicionar, acentuar o limitar. Hay que decir que esta apariencia externa del actor sólo sugiere una identidad del personaje que debe concretarse en la construcción que el actor haya hecho de él.



martes, 30 de septiembre de 2014

Estética Steampunk

La historia de esta palabra data de abril de 1987, cuando K.W.Jeter la utilizó para referirse a su novela "Morlock Night"; actualmente el Steampunk engloba toda una subcultura en expansión.
 La idea original de este movimiento parte de una Inglaterra victoriana, georgiana o eduardiana que incorpora adelantos técnicos como aeronaves y máquinas del tiempo. En el mundo Steampunk, la fuente principal de energía es el motor a vapor y la técnica sigue unos patrones decimonónicos basados en engranajes e intrincados sistemas de transmisión.


La moda Steampunk posiblemente esté basada en un aspecto central: el "crafting" o "do it yourself", que es básicamente la capacidad, no sólo de crear vestidos o ropas, sino toda una serie de artilugios, complementos y armas que forman parte de esta estética. Para definir un atuendo steampunk a grandes rasgos, podríamos nombrar algunos elementos como: monóculos y parches, goggles y relojes de bolsillo, sombreros y galeras, cinturones, fajas y corsés, chalecos, fracs y levitas, botas y polainas.


Las mujeres suelen llevar vestidos o trajes de dos piezas con corsé y suelen adornar su cabeza con algún tipo de sombrero o tocado. Para los hombres son típicas las levitas o trajes de tres piezas con sombreros de copa alta y bastones. En general, los materiales utilizados son la madera, el metal con remaches y el cuero en su color puro o marrón.


La clave de todo ello es que la mezcla tenga un aspecto antiguo pero que a la vez haya sido modificado con tecnología. En realidad, el Steampunk puede llegar a estar influenciado por muchas cosas mientras siga manteniendo el origen victoriano mezclado con la maquinaria; un lugar donde el futuro y el pasado se encuentran a partes iguales.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Brave

Traje inspirado en el vestido de Mérida, la protagonista de Brave.
Está formado por dos prendas: la que se lleva debajo, más holgada y de un color crema, y la de encima, más ajustada y de un precioso verde azulado. Esta vestimenta deja entrever el carácter céltico de la Escocia medieval (época en la que se basa la película de animación) gracias a las mangas cosedizas de dos piezas y al encordado de la espalda.
Un vestido versátil tanto para reuniones de disfraces como para recreaciones medievales, incluso para su uso en el día a día. 



martes, 16 de septiembre de 2014

Camisa interior

Una de las túnicas más básicas, imprescindible para cualquier recreación histórica, es la camisa interior. Es posible que ya se llamara así desde el Imperio Romano porque con ella se dormía en la cama; sería el equivalente al camisón moderno.

En la baja Edad Media era ésta una túnica talar (hasta los talones), holgada y despegada del cuerpo, con mangas anchas, puños ajustados y nesgas romboidales en la sisa. El cuello de la camisa podía ser rematado en redondo, en tipo `amigaut` o simplemente encordado. El tejido que se usaba para estas prendas era el algodón o el lino, en colores blanco o crudo.
 Ya entrando en la alta Edad Media, el modelo de camisa evolucionó hacia una túnica más corta, entallada y ceñida mediante cordajes, de mangas largas y ajustadas a todo el brazo. En el caso de las camisas femeninas, encontramos ejemplos de una moda típicamente española que había de pasar al resto de Europa: los bordados con sedas de colores y, excepcionalmente, con hilos de oro y plata. Los trajes ampliamente escotados en las sisas permitían lucir estas ricas camisas margomadas.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Los vestidos de Éowyn

Éowyn, hija de Éomund y Théodwyn, es también sobrina del rey Théoden de Rohan y, por ello, su vestuario debe tener un aspecto regio que combine a la vez con el toque medieval de los rohirrim.

El primer vestido con el que aparece Éowyn es una prenda de terciopelo verde ajustado al talle con unas mangas acampanadas desde el codo. Tiene un precioso cuello bordado en oro y una camisa interior que deja verse en los puños y en la parte delantera de la falda; ésta lleva hojas estampadas con hilo de oro, lo que le da ese aspecto brillante. Va complementado con un cinturón de filigranas doradas.


El vestido de lana blanca, que lleva antes de la batalla del abismo de Helm, recuerda las sayas medievales de mangas anchas; tiene unos lazos cruzados alrededor de los brazos al estilo anglosajón y un cuello en pico con bordados en oro y plata. Destaca también el delicado forro dorado que puede verse en en interior de las mangas y el cinturón largo con bordados.


Uno de los mejores vestidos que se diseñaron para Éowyn no sale nunca entero en ningún plano (¡para desespero de sus diseñadores!). Se trata de un traje azul con margomaduras y pedrería medievales, con una prenda frontal separada y unas mangas anchas con aberturas para sacar los brazos. Es el vestido que lleva después de la victoria de Helm y va combinado con una capa celeste con mangas y cuello de piel.



Una de las escenas más conocidas es aquella en la que Éowyn empuña su espada y hace un molinete de esgrima, llegando a cruzar la espada con Aragorn. En ese momento, lleva una túnica de lino gris azulado con el cuello fruncido y las mangas recogidas con cuerdas; encima lleva una prenda de color cuero sin mangas cordada a los lados. Esta túnica gris la lleva en otras ocasiones combinada con una especie de corsé marrón con detalles bordados en ocre.



 Todo este excelente diseño es fruto de la diseñadora Ngila Dickson y su excelente equipo de costureras, bordadoras y tejedoras.





jueves, 4 de septiembre de 2014

Un extraño visitante


Recientemente ha llegado a nuestro taller un habitante del este, descendiente del que una vez fue el poderoso clan de los burgundios; afirma ser explorador de sótanos y habitaciones polvorosas. Albert con Getriebeburg es su nombre.
Poco sabemos de este nuevo visitante excepto que ha acudido a nosotros en busca de ropa para el invierno. Parece ser primo tercero por parte de padre del famoso Kaiser von Welterrschaft, ese prohombre que perdió la vida en las garras de un tigre en África. Albert Leopold es un tipo alto, buen plantado y con el porte estilizado propio de sus ancestros; por el contrario, no parece haber heredado el frondoso bigote de sus camaradas del este. Hasta ahora ha demostrado ser un tipo racional de tranquilo temperamento aunque de carácter inflexible; parece una persona afable y próxima pero su lenguaje arcaico y su retórica enrevesadamente culta es difícil de seguir.
 Según dice, vive en Koninberg dentro de una cabeza de hierro con piernas (suponemos que de un antiguo dispositivo de defensa) y se pasa el día restaurando y probando armas desintegradoras, una habilidad de la que hace gala. Por lo visto, su oficio de explorador no sólo le lleva a antiguas estancias llenas de polvareda en las que busca felizmente entre cofres y maquinarias, sino que también a viejas criptas dónde encontrar instrumentos y reliquias. Hay que decir que algunas de las cosas encontradas por Albert pertenecieron una vez a Morgan el Dorado, el pirata que mientras caía en un remolino juró perseguir de todo aquel que pusiese la mano sobre su tesoro. Pero parece que a nada teme le teme este descubridor de tuercas y mecanismos, excepto quizás a las días soleados del caluroso Mediterráneo.

martes, 19 de agosto de 2014

De calzas y bragas

Efectivamente, en la Edad Media la gente llevaba ropa interior; de hecho, san Isidoro de Sevilla (s.VII) afirma que "la vestidura más antigua fue el perizoma, un ceñidor que cubría la parte verenda del hombre".

Así pues, la primera prenda a vestir en los hombres son estos calzoncillos medievales llamados bracae, bragas, que cubrían desde la cintura hasta las rodillas y se sujetaban con un cinturón llamado braguero. Al braguero se sujetaban las calzas, que cubrían las piernas hasta medio muslo, mediante unas hebillas o ligas; se hacía un nudo que cogía conjuntamente las ligas, las calzas y la tela de las bragas para reforzar la sujeción.
Otro procedimiento para sujetar las calzas era enrollarlas y atarlas bajo la rodilla. Las llevaban de esta manera las gentes humildes como pastores, albañiles, labradores y soldados.

En lo que se refiere a prendas íntimas femeninas hay escasas referencias. Partiendo de las calzas conservadas de la Infanta María de Castilla (s.XIII), lo más probable es que cubriesen la pierna al completo, sujetas a la cintura mediante un cordón.
En general, el material usado para estas prendas era lino (lana muy fina o seda para altos estamentos) y el color común, blanco o sin teñir (verde, anaranjado, azul... para nobles y principales).
El hecho de que san Isidoro haga referencia a estas prendas en sus Etimologías, hace pensar que no sufrieron demasiada evolución durante los siglos medievales.

jueves, 14 de agosto de 2014

El mathomero y su problema

"Como dragón viejo estoy lejos y estoy cerca;
emprendo fácilmente el vuelo si no se me ata con mesura.
Tengo múltiples formas, olores y figuras;
llevo en mí el vigor del varón y de la hembra."

Así entonaba uno de los jóvenes dracónidas mientras exploraba una cueva del Tohu va Bohu, cuando le sorprendió una especie de nómada forastero de curiosa silueta.
   -Ayúdame buen joven, pues ando buscando una tribu legendaria, la más experta en el trato con los dragones, que llaman los Dracónidas- le dijo.
   -Tu buen sino te ha llevado hasta ellos, hombre de tierras lejanas. Dime, ¿en qué podemos ayudarte?- respondió el joven; entonces el forastero inició su relato.

Resultó ser un mathomero dragonero de más allá del lago Tunkashila que se dedicaba a encontrar y vender fragmentos de dragón. En uno de sus paseos había llegado a una aldea desolada por uno de los dragones corrompidos; esta bestia malhumorada y ávida de riquezas había sembrado el pánico y la destrucción en aquellos lares. Sabiendo de la existencia de los Dracónidas y de su habilidad para con los dragones, los aldeanos le habían enviado a él, un pobre vendedor ambulante, a implorar ayuda.
No era la primera vez que la gente acudía al pueblo dracónida por pequeñas escaramuzas con dragones pero hacía mucho tiempo que no habían tenido noticias de un dragón corrompido. Se presentaba una situación delicada pues estas criaturas, llevadas por la codicia, habían pervertido su naturaleza y viciado la finalidad de su existencia; convertidos a la mundanidad, utilizaban cualquier recurso que respondiese a sus caprichos.


Precavido, el joven dracónida llevó al mathomero ante los ancianos a quienes expuso la historia a lo que éstos insistieron en la necesidad de dos: la prevención de un eclipse lunar y la destreza dracónida de una de las mejores cazadoras, Aesch del Bohu del norte. Su capacidad para pasar desapercibida y su dominio en las diferentes personalidades de los dragones serían de gran ayuda para dominar a la bestia hasta que los sabios calculasen el día del eclipse para someterla del todo.
Lejano quedaba aún ese día mientras Aesch y el mathomero iniciaban su viaje en la que sería su primera gran aventura.




martes, 12 de agosto de 2014

La moda entre los ss.X y XIII

Muchas de las prendas que caracterizaron aquellos siglos eran de uso general; variaban de unas personas a otras solamente por la riqueza de telas y por las guarniciones. También puede advertirse una cierta relación entre el número de prendas que podía vestir una persona y su categoría social. Así, por ejemplo, los reyes, infazones, caballeros y ricos hombres nunca, o casi nunca, iban a cuerpo sino que llevaban un traje compuesto generalmente por prendas de la categoría 1, 2, 3, 4 y 6; artesanos, labradores, criados y algunos peones de armas vestían un solo traje sobre la camisa, a veces con garnacha (categoría 5) o balandre (categoría 6).

- Categoría 1. Prendas interiores: camisa, bragas y calzas.


- Categoría 2. Prendas de debajo: recibían el nombre de saya en Castilla y de gonela en Aragón. Se vestían directamente sobre la camisa.

- Categoría 3. Prenda encima de la anterior: pellote. Se vestía siempre sobre la saya. Quien llevase tan sólo dos vestidos encima de la camisa (saya + pellote) se consideraba que iba en cuerpo.

- Categoría 4. Prendas de encima: piel, aljuba y almejía. Son trajes largos de mangas anchas y podían ir forrados de piel.


- Categoría 5. Prendas de abrigo: garnacha y tabardo. Se podían llevar sobre dos vestidos conjuntamente.

- Categoría 6. Prendas de sobretodo: capas y mantos. Consistían en una pieza de tela cortada en forma rectangular, semicircular o circular.

jueves, 7 de agosto de 2014

Rob Cole; "El Médico"

"Evidentemente, muchas de las imágenes del s.XI que nos habrían resultado útiles pera el departamento de vestuario de El Médico no existen, y la mayoría de las que hay en esa época se ajustan a un concepto diferente de la representación visual. [...] Por eso, más que ser precisos desde el punto de vista histórico, intentamos conseguir un aspecto adecuado en pantalla. Tiene que quedar bien y no sirve de nada que, por ejemplo, los materiales, el corte o el color sean los originales si no aparecen como deberían. Lo fundamental es que todo quede genuino en el marco de la historia que quieres contar." Thomas Oláh, diseñador de vestuario en El Médico.


Al hablar de vestuario cinematográfico, el trabajo de Thomas Oláh en "El Médico" es una pequeña maravilla a tener en cuenta.
Ambientada en el s.XI, el protagonista Rob Cole debe llegar hasta Isfahán (Persia), en un largo viaje desde Inglaterra, para convertirse en médico. En este camino, atraviesa prácticamente todo el mundo conocido de la época, otorgándonos el privilegio de admirar las diferentes culturas y ropajes: desde la Inglaterra cristiana hasta los árabes de Persia, pasando por las sociedades judías y las sectas selyúcidas.

Rob Cole. El occidente cristiano
Encontramos prendas de cuero y piel, lienzo y lana, en un ambiente sucio de colores poco saturados. La indumentaria de la población inglesa, así como la de los protagonistas, combina capuchas y cofias, tocados y barbettes, sayas con mangas y sin mangas, mantos y capas; y una infinidad de complementos como limosneras, cinturones y capiellos. Ahora bien, las mejores escenas para analizar vestuario... cuando el barbero nos enseña su ropa interior.








Rob Cole como Jesse ben Benjamin. El mundo judío
Vemos ropas de lana e hilo grueso con estampados geómetricos; predominan los grises, blancos y negros. Se usan prendas como la túnica talar, sayos y pañuelos o velos largos. No falta la kipá, las filactelias y los tirabuzones.






Jesse ben Benjamin. La escuela árabe
Es éste un despliegue de sedas bordadas, algodones refinados y lanas delicadas. A parte de la túnica talar y el manto, los árabes destacan por el pañuelo que les cubre la cabeza y la faja de tela. Los colores predominantes son los blancos y los dorados, excepto en el caso de los selyúcidas quienes visten de negro.