lunes, 8 de junio de 2015

Liripipe

Como "liripipe" se identificó a la parte terminal o punta de la capucha (“chaperón”, “capirote”, “capirón”), tocado usado entre los siglos XII y XV. Esta extensión tuvo diversos largos y se llevaba envolviendo el cuello, enrollada en la propia caperuza o colgando en la espalda.


El origen de la capucha se encuentra en los mantos con tela añadida a los hombros, que aparecen en la antigüedad tardía con el objetivo utilitario de cubrir la cabeza para resguardarla del frío, lluvia o nieve. A finales del siglo XII la pieza que cubre la cabeza se convierte en capucha, acompañada de una capa con diversos largos siendo usada, sobre todo, por campesinos, viajeros y monjes.

Según Boucher, cuando la capucha se independiza de la capa y se une a una pelerina corta que cubre solamente los hombros, se identifica como “caperuza” (Boucher; 1967: 428), prenda que otros, como se señala arriba, identifican como “capirón” o “capirote”.
A partir de finales del siglo XIII, el extremo de esta capucha, caperuza o capirote, comienza a prolongarse en sus dimensiones. Recordemos que por esa época, como parte de las primeras manifestaciones de la fantasía en el vestir, se prolongan las mangas de las sobrecotas, el largo general de las vestiduras y... el final de las capuchas, apareciendo el 'liripipe'.


La palabra proviene del latín medieval “liripipium, iripipium, leropipium” y en inglés también se conoció como 'tippit' y en francés 'cornette'; en español lo más común es identificar la prenda completa, como capucha con liripipe.


Más tarde la capucha se convirtió en sombrero, al colocarse la abertura destinada a introducir el rostro, como parte para colocarla en la cabeza. Así quedó mucho tejido ‘suelto’ incluyendo el liripipe, enrollándose todo alrededor de la cabeza y dando lugar a uno de los tocados masculinos más típicos de la moda de Borgoña del siglo XV.


Antes de que esto sucediera, la capucha extendió su uso convirtiéndose en moda y multiplicando tanto su decoración y forma como la manera de colocarla. Podía llevarse sin ser colocada la capucha, cayendo sobre la espalda, la pelerina o capa corta se decoraba tanto su fondo como sus extremos, que podían ser festonados, adornados con flecos...entre otras aplicaciones.


Para su realización podía utilizarse diversos materiales, generalmente era forrada y confeccionada en lana, aunque para las temporadas de menos frío podía ser de tejidos más ligeros...el largo del 'liripipe' se convirtió en elemento de distinción de quien lo llevara, quedando, posteriormente, como elemento que adornaba ciertos tocados y categorías de los académicos.


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